¿Cuáles son las diferencias entre cosmética ecológica y convencional?

En el anterior post hablábamos de las ventajas de la cosmética natural y ecológica frente a la convencional.  Hacíamos referencia a la buenas prácticas de la empresas que certifican sus productos y destacábamos la importancia de leer el etiquetado para conocer de primera manos los ingredientes y usos de los cosméticos.

Esta semana, complementamos el post con información relativa a las diferencias existentes entre cosmética convencional y ecológica,  y aprovechamos para hacer mención sobre los sellos ecológicos que podemos encontrar en el mercado.

¿Qué diferencias hay entonces entre cosmética certificada y sin certificar?

En un mercado tan exclusivo como la cosmética, en el que todo lo que se declara en el etiquetado debe tener una rigurosa evidencia y justificación interna, no declarar natural o ecológico un cosmético significa utilizar ingredientes sintéticos, comúnmente procedentes de la síntesis petroquímica que para nada tienen que ver con las bondades de los ingredientes naturales.

Tampoco se controlan los ingredientes de origen animal, ingredientes modificados genéticamente o incluso si los llevaran, con qué prácticas han sido obtenidos (sobreexplotación de recursos, consumo de energía, gestión de residuos,…). Además, la cosmética no certificada incluye, principalmente por demanda del consumidor convencional, multitud de colores sintéticos y olores derivados de perfumes que suelen ser mayoritariamente sintéticos, alergénicos y sin lugar a duda, van conservados con antioxidantes y antimicrobianos muy irritantes en la mayoría de los casos.

Entre otros, también se utilizan disolventes que generalmente no contemplan la sostenibilidad de su origen ni los recursos energéticos que se emplean ni el impacto medioambiental que generan. El caso más escalofriante es la obtención de derivados del aceite de palma y sus consecuencias (aceitedepalma.org).

Como último detalle a nivel general, estas empresas no certificadas, no tienen necesariamente que responder a criterios o prácticas medioambientales adicionales a las estrictamente legales. Empresas cosméticas sin certificación no son necesariamente auditadas anualmente por lo tanto, ninguna organización externa vela por el cumplimiento de lo que reflejan los cosméticos en el etiquetado.

¿Qué sellos puedo identificar en cosméticos con certificación?

Hay muchas organizaciones que certifican cosmética. Todas mantienen como pilares fundamentales las ventajas enumeradas en el anterior post pero en la realidad, no todas tienen la misma experiencia ni un gran reconocimiento internacional.

España, Alemania, Francia e Italia tienen organismos de certificación importantes pero no todos son muy reconocidos fuera de su territorio. También ocurre que normas americanas no son muy conocidas en el sector cosmética pero sí en agricultura ecológica.

Realmente, tampoco todas las certificadoras disponen de técnicos con estudios superiores con gran experiencia para realizar las auditorías y por tanto, no todas son igual de estrictas. Tampoco, todos los auditores de un mismo organismo son igual de estrictos, esto pasa hasta con las entidades públicas.

En este sentido, todas sin excepción deberían realizar como mínimo una auditoria documental y presencial anual, para evaluar todos los procesos y etapas de fabricación, acondicionamiento y expedición de los cosméticos.

Si esto es así, no hay duda de que cualquier cosmético con certificación se introduce en el mercado con un aval y aseguramiento de la calidad extra, comprobado por una entidad externa que valida lo que el fabricante declara en el etiquetado.

Al mismo tiempo, no todo vale, la entidad certificadora también se juega su prestigio pues no puede permitir que se comercialicen cosméticos con desviaciones sobre las normas publicadas.

Por último, las normas de las certificadoras no son todas igual de rigurosas y es la empresa la que puede ir más allá de la norma y por tanto, introducir en el mercado productos de superior calidad a la estrictamente reflejada en la norma.

Con el tiempo, parece que al igual que comienza a ocurrir en el sector de la alimentación, la cosmética tiende a usuarios con demanda de más información sobre la marca cosmética, la empresa responsable y por supuesto, el cliente buscará entender bien cómo son los cosméticos que comercializan. Los usuarios deben saber identificar bien lo reflejado en el etiquetado pues ayudará a seleccionar correctamente sus prioridades dentro del sector cosmético.

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