¿Qué propiedades cosméticas tiene el aceite de oliva?

“Claudio Galeno, célebre médico turco (129-199 d.C), fue el primero en descubrir que el aceite de oliva podía servir como base para desarrollar una crema hidratante para la piel al comprobar que, mezclándolo con agua y cera de abeja, se obtenía una fórmula para la piel que le aportaba elasticidad”.

El aceite de oliva, también llamado por los fenicios como “Oro líquido”, ha sido utilizado para el aseo personal de muchas civilizaciones antiguas desde hace más de 4000 años. En Egipto, lo usaban las clases más altas para los perfumes, ungüentos y baños; en Grecia, era usado como bálsamo para tonificar los músculos de los atletas de los juegos olímpicos; y en el imperio Romano, masajeaban con él a los luchadores, gladiadores y guerreros.

El olivo, era considerado un árbol sagrado y muchas creencias populares lo dotaban de propiedades curativas, reparadoras y antiinflamatorias.

Sin embargo, fue la aparición del jabón la que hizo patente la necesidad de higiene en la sociedad. Y, es aquí, cuando el aceite de oliva cobró un papel realmente protagonista en la cosmética. Llegando hasta nuestros días, dónde esas creencias populares están siendo investigadas y confirmadas científicamente.

Beneficios del aceite de oliva

Hoy en día, por los numerosos beneficios que aporta a nuestro organismo, el aceite de oliva se sigue utilizando en gran cantidad de productos cosméticos.

Principalmente, porque conserva todos sus antioxidantes naturales, vitaminas y ácidos grasos, como el ácido oleico. Los triglicéricos, ácidos grasos e hidrocarburos,  como el escualeno, ayudan a mantener la cohesión celular de la capa externa de la piel, beneficiando su hidratación y favoreciendo la flexibilidad al atenuar la deficiencia en lípidos.

Por este motivo, la hidratación se convierte en una de sus principales propiedades, ya que el aceite de oliva atrae la humedad y la mantiene en la piel, creando una película que ayuda a que no se pierda la humedad interior, eliminando las células muertas y dejándola respirar.

Sin embargo, sus cualidades cosméticas van más allá. Debido a su contenido en vitamina E, es un eficaz rejuvenecedor de la piel y un potente antioxidante natural que aporta elasticidad.

Sus propiedades regeneradoras ayudan a reducir y suavizar las marcas cutáneas, como estrías, cicatrices o marcas de la piel, incluso en pieles sensibles. Y su rico contenido en antioxidantes ayuda a neutralizar el daño de los radicales libres, previniendo la aparición temprana de arrugas y marcas, y retrasando el envejecimiento prematuro de la piel.

¿Aceite de oliva para el pelo?

¡Por supuesto! El aceite de oliva, al ser rico en tocoferol, ácidos grasos monoinsaturados y minerales esenciales, lo convierte en un magnífico hidratante capilar. Especialmente para el cabello seco o dañado, ya que devuelve la salud y su brillo natural.

En el caso de tener el pelo quebradizo, unas gotas de este “oro líquido” ayudan a fortalecer las puntas abiertas y disminuyen el encrespamiento de las melenas rizadas.

Sus propiedades regenerativas y calmantes, estimulan el crecimiento capilar y cuidan del cuero cabelludo.  Ayudando a la prevención de la caspa y de la pérdida del cabello. Además,  ¡es un magnífico antipiojos!

Como el aceite de oliva, además de retener la humedad, también estimula la formación de colágeno y endurece el cabello, se convierte en el ingrediente ideal para prevenir la deshidratación sobre todo en verano, que es cuando más tiempo pasamos en la playa o piscina.

Línea Essabó Eco completa

En Essabó, somos conscientes de sus propiedades. Por ello, junto con el aceite de coco, forma parte de las fórmulas de nuestros jabones cosméticos. El aceite de coco hace que el jabón limpie en profundidad, cuide las pieles y genere mucha espuma, mientras que el aceite de oliva le aporta un extra de suavidad y nutrición a la fórmula.

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