Una de las preocupaciones que tenemos en Essabó es la de crear productos que se adapten a las necesidades de la piel en cada momento con fórmulas sencillas pero potentes, con ingredientes ecológicos seleccionados y con múltiples posibilidades de uso. Hoy os queremos hablar de nuestro jabón de afeitado porque sí, puedes utilizar tu jabón natural para afeitado y depilación.
Las capas de la piel
Como sabéis la piel está conformada por varias capas, la hipodermis, la dermis y la epidermis.
La epidermis es una capa estratificada, es decir, está compuesta por estratos o capas como una pared que tiene filas de ladrillos. Estas células van ascendiendo de estrato en estrato y conforme ascienden van sufriendo cambios físicos y químicos hasta deshidratarse por completo y perder su núcleo. Se quedan reducidas a capas secas compuestas en su mayor parte de queratina. Así, las células (queranocitos) más jóvenes estarían en la base en contacto con la dermis y las células más viejas en la parte alta de la epidermis.
Esta última capa, llamada estrato córneo, está formada por las llamadas células muertas. Estas células que deciden morir de forma programada, son las que nos han permitido salir del agua. Sin este estrato córneo nuestra piel sería húmeda como la del interior de la boca y nos deshidrataríamos en cuestión de minutos.
Por encima de todas estas capas tenemos un suave film que nos cubre, el llamado manto hidrolipídico. Está compuesto, como indica su nombre, por agua y lípidos principalmente (y urea, sales minerales…).
Este fino manto cumple funciones vitales para nuestro organismo. Es la primera barrera que frena la penetración de determinados agentes químicos, regula el pH cutáneo, nos protege contra el crecimiento de organismos patógenos gracias a nuestra microbiota cutánea, nos defiende contra los rayos UV…
Pero la importancia de esta fina capa está en consonancia con su fragilidad.
El uso de cosméticos no adecuados, de antibióticos, el estrés, una alimentación con exceso de ultraprocesados y azúcares, las dolencias como la dermatitis o la rosácea, los usos solares inadecuados, la exposición a tóxicos y a la luz azul de las pantallas y las luces led… nuestra vida del siglo XXI en general, es un reto para nuestra piel.
Y a todo ello, hemos de añadir el afeitado o la depilación con cuchilla.
El impacto de la cuchilla en nuestra piel
Cada vez que pasamos la cuchilla por la piel la agredimos inevitablemente. Tanto si es el afeitado masculino como si es la depilación, tanto masculina como femenina.
En el caso del afeitado masculino, la piel del hombre es más gruesa y grasa que la de las mujeres y, en principio, más fuerte. Pero las constantes agresiones con el afeitado hace que esta pueda presentarse sensible, con rojeces…
Por lo que respecta a la depilación, tanto femenina como masculina, el rasurado con maquinilla sobre todo sensibiliza el estrato córneo.
¿Cómo podemos minimizar ese impacto?
En primer lugar hemos de elegir un producto para el afeitado/depilado que sea suave con la piel. Es importante que no contenga tóxicos, puesto que vamos a someter a nuestra piel a un estrés y vamos a dejarla durante unos instantes más vulnerable.
Essabó de afeitado contiene ingredientes ecológicos certificados que cuidan tu piel. El aceite de coco saponificado produce una espuma firme y suave y nutre la piel en profundidad. Además, nuestro jabón de afeitar (que también puedes usar para ducharte, obviamente) está sobreengrasado con manteca de karité ecológica. Este ingrediente ayuda a reponer nuestro manto hidrolipídico de la agresión del afeitado más rápidamente, recuperando su pH y sus funciones, sin suponen un riesgo para nuestro microbioma como en el caso de otros surfactantes agresivos y tóxicos como los ingredientes etoxilados.
Su suave espuma ayuda a que la cuchilla deslice fácilmente. Haciendo que sean necesarias menos pasadas para dejar la piel suave y rasurada, tanto en el rostro como en el resto del cuerpo.
Y, como sabes, en Essabó no solo nos encanta cuidar de tu piel, sino que también cuidamos del medio ambiente. Por eso nos preocupamos de lo que ocurre cuando el agua de lavado sale por el desagüe, porque nuestros productos no dañan el medio ambiente. Tanto es así, que el agua del enjuagado sirve para regar nuestras plantas y es totalmente biodegradable, no constituyendo una amenaza para los acuíferos.