Las circunstancias lo imponen. Hemos de lavarnos las manos constantemente. Ante la pandemia de Coronavirus es una de las pocas cosas que podemos hacer, además de quedarnos en casa y mantener la distancia social ¡ya llegarán los abrazos!
El jabón se ha convertido en un objeto de primera necesidad. Siempre lo ha sido, pero en este primer mundo a veces no nos percatamos de la importancia de las pequeñas cosas, como nuestros jabones Essabó elaborados de forma artesanal y tradicional.
La fórmula de nuestros jabones hunde sus raíces en lo más profundo de nuestra historia y la aparente simplicidad de la fórmula (agua, aceite y sosa cáustica) ha hecho que nuestro jabón se extienda por todo el mundo por su capacidad de limpieza y de acción contra patógenos.
Hoy más que nunca, el jabón perfila como una de las armas más poderosas (la primera de todas según la OMS) frente al Covid19, por encima de los famosos geles hidroalcohólicos que sólo son efectivos si nuestras manos están limpias, tal y como señala la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Porque aunque sea invisible, este virus, que se propaga a través de las gotitas que expelimos al hablar, toser o estornudar, es capaz de posarse y aguardar a su próximo huésped en casi cualquier superficie.
Este virus, como muchos otros patógenos, están recubiertos por una capa de lípidos (grasa). Al entrar en contacto con nuestras mucosas el ARN del virus penetra en nuestras células y nuestras células, que lo entienden como propio, lo reproducen extendiendo la enfermedad.
La única forma de evitar que este virus llegue a nosotros si hemos tocado una superficie contaminada es deshaciendo la capa de grasa que tiene el Coronavirus, de forma que queda desprotegido, dispersándose y desactivándose.
Y eso lo podemos hacer a través de nuestros jabones Essabó.
Eso sí, para que la magia jabonosa surja efecto has de estar por lo menos 40 segundos lavándote las manos con los movimientos que indica la OMS.
Para que te hagas una idea 40 segundos es lo que dura el estribillo de la canción ‘Resistiré’, que pasará a la historia como el símbolo de esta era.
Aunque también puedes hacerlo al ritmo de la coreografía de Quang Dang, un joven coreógrafo vietnamita que creó este baile por encargo del Ministerio de Sanidad de Corea para concienciar a la población de la importancia de lavarse las manos y de no tocarse la cara.
Un baile muy simpático para que a los más pequeños no se les olvide lavarse las manos.
Además de la función primordial del jabón que es la de disolver la capa de lípidos que recubre el ARN del Coronavirus, los jabones Essabó tienen algunas ventajas más.
Y es que para la elaboración de nuestros jabones, excepto el de pieles sensibles, hemos usado aceites esenciales como el lemongrass, la lavanda, el eucalipto, la salvia o la canela, que son bactericidas, antifúngicos y antivíricos e, incluso, han demostrado su eficacia contra patógenos resistentes a los antibióticos.
Por eso, ofrecen una protección extra contra los patógenos.
Pero no solo eso. Estos días, de tanto lavarnos las manos y usar los geles hidroalcohólicos, muchos de nosotros podemos notar las manos resecas y agrietadas, lo que supone un foco de acceso de los patógenos a nuestro cuerpo, sobre todo si trabajas en uno de los sectores críticos de nuestra economía y estás de cara al público o tratando a pacientes.
Los jabones Essabó no solo están sobreengrasados para que tu piel esté suave y recupere el pH ácido de inmediato, sino que la glicerina natural que contienen crea una capa en la piel que retiene la humedad, dejándolas suaves y, sobre todo, protegidas frente a la deshidratación.
En Essabó seguimos trabajando para que durante esta cuarentena no te falte de nada, solo te pedimos que te cuides y te quedes en casa.