Jabón sin alérgenos para pieles atópicas

Hoy en el blog de Essabó os vamos a hablar de un tema que nos preocupa bastante y sobre el que nos preguntáis muchas veces por redes sociales, como es el tema de los alérgenos en cosmética.

De un tiempo a esta parte se han puesto de moda las aplicaciones para analizar ingredientes, lo cual es fantástico, ya que da cuenta del interés creciente que hay en la sociedad por lo que nos ponemos en la piel.

Sin embargo, muchas de estas aplicaciones y web catalogan con notas muy bajas determinados ingredientes, como el eugenol, linalool, benzyl benzoate y otras sustancias químicas presentes de forma natural en los aceites esenciales, poniéndolas a la altura de otros ingredientes dañinos que son carcinógenos o mutagénicos.

Por eso hemos creído conveniente hacer este post para aclarártelo todo (si es que tienes dudas).

¿Por qué algunos aceites esenciales contienen alérgenos?

Los aceites esenciales son auténticas joyas de la naturaleza, ya que tienen muchas y maravillosas virtudes. Muchos de ellos son bactericidas y antivirales y tal es su eficacia que se están empezando a usar como alternativas sin contraindicaciones contra muchas enfermedades que se han hecho resistentes a los antibióticos, con excelentes resultados, como es el caso del aceite esencial de orégano.

Otros estudios demuestran la eficacia de los aceites esenciales para combatir los virus de enfermedades comunes como la gripe, del herpes simple e, incluso, del dengue, haciendo que los estudios sobre las propiedades de los aceites esenciales se multipliquen en las más prestigiosas revistas científicas año tras año.

Esto es porque los aceites esenciales protegen a las plantas de las que provienen del ataque de virus y bacterias, de los rayos UV o de los depredadores. Son su escudo protector, dado que las plantas, cuando son atacadas, no disponen de sistema locomotor para huir de sus amenazas y estas sustancias químicas son su forma de protegerse.

De esta forma, usados en pequeñas cantidades, los aceites esenciales nos proporcionan toda la protección y las virtudes que la naturaleza nos regala pero, no es menos cierto, que algunos de estos compuestos son alérgenos.

¿Qué significa que una sustancia sea alérgena?

Pues que puede inducir una reacción de hipersensibilidad en personas susceptibles a él que han estado previamente en contacto con él.

 

¿Significa eso que si uso productos con estos ingredientes me van a dar alergia?

¡Ni mucho menos! Simplemente es una advertencia que tiene que aparecer por imperativo legal, de la misma manera que lo pone en los alimentos que contienen trazas de frutos secos, leche, marisco, huevos, soja o cualquiera de los 14 alérgenos reconocidos por la Unión Europea y de los que se tiene que informar debidamente tanto en los envases de producto como en las cartas de los restaurantes desde noviembre de 2018.

Pues en cosmética ocurre lo mismo, hay determinadas sustancias que son más susceptibles de causar reacciones dermatológicas, como puedes ver en el cuadro de abajo.

Por ese motivo, en todos nuestros jabones encontrarás los alérgenos que contienen de forma natural los aceites esenciales que empleamos, para que si eres alérgico o alérgica a estos ingredientes puedas conocerlo de antemano.

Esta información también es importante si sufres algún tipo de dermatitis, si tienes rosácea o tienes la piel sensible, a pesar de que nuestros jabones están formulados con pequeñas cantidades de aceites esenciales para minimizar reacciones, las personas con pieles dañadas suelen tener más sensibilidad a los compuestos de los aceites esenciales.

Si este es tu caso, en Essabó también hemos pensado en ti y hemos creado el más suave de los jabones que podíamos imaginar. Elaborado con aceites de coco y oliva, altamente nutritivos e hidratantes, y con glicerina para aportar una suavidad extra a la piel y mantenerla correctamente humectada, una pizca de vitamina E, agua e hidróxido de sodio que, como por arte de magia, convierte el agua y el aceite en jabón desapareciendo por completo tras el proceso de saponificación.

Y es que hacer jabones tiene algo de mágico…

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