Eliminar brillos en el rostro, evitar los poros dilatados y acabar con los granitos es la principal prioridad de las personas con tendencia a la piel grasa.
La piel produce grasa de manera natural para favorecer su hidratación y evitar que se reseque. Sin embargo, cuando nuestras glándulas sebáceas la producen de manera excesiva, aparece el temido acné, los puntos negros, las espinillas, los poros abiertos y los malditos brillos en las zonas centrales de la cara como la frente y la nariz.
Si lo que quieres es que tu piel luzca bonita y fresca, tan sólo debes saber cómo cuidarla y elegir productos que sean adecuados para ella.
¿Qué cosmético elegir?
Como cualquier tipo de piel, la piel grasa necesita unos cuidados específicos. Por ello, a la hora de elegir un buen cosmético es primordial prestar atención a los ingredientes.
Los componentes de origen natural suelen ser los mejores aliados para este tipo de dermatitis seborreica. No obstante, existen tres características que no pueden faltar.
Busca siempre productos no comedogénicos, de esta manera evitarás que los poros de tu piel se obstruyan. Una buena opción de este tipo son los jabones fabricados mediante saponificación en frío, como Essabó piel grasa, que aunque está hecho a base de aceites, tras el proceso de saponificación se transforma en jabón cosmético libre de aceites grasos saturados. Por lo tanto, no sobreengrasa ni tapona los poros.
Otra recomendación es que el producto sea astringente, de esta manera ayudará a reducir el exceso de sebo y regulará la piel. Ingredientes como la naranja, la canela y el lemongrass tienen propiedades antifúngicas, antimicrobianas y antisépticas que ayudan a generar este efecto en la piel.
Por último, y no por ello menos importante, que sea antibacteriano. Un ingrediente de este tipo es la arcilla verde, que limpia en profundidad purificando, relajando y aportando sensación de elasticidad y frescor en la piel. Además, es muy buena para eliminar los puntos negros, tratar los poros abiertos y secar los granitos.
¿Qué rutina de limpieza debo seguir?
A pesar de lo que podemos pensar, cuanto más nos lavamos la cara con productos agresivos, más sebo va a producir la piel para reponerlo. Por ello, es importante ser constante y llevar una rutina de limpieza equilibrada. ¡Sé paciente!, de esta forma mantendrás el control de tu piel y evitarás la aparición del temido acné.
Primero, lávate el rostro dos veces al día con agua tibia. Una limpieza por la mañana y otra por la noche es suficiente para eliminar los restos de maquillaje, impurezas y suciedad del ambiente, así como la grasa que generamos a lo largo del día.
Cuando utilices el limpiador facial, como el jabón Essabó piel grasa, masajea el rostro con suavidad, evitando frotar en exceso, ya que en vez de acabar con la grasa, podrías multiplicar la producción de sebo al sobreexcitar las glándulas sebáceas de la piel.
Uno de los momentos ideales para hacerlo es la ducha, puesto que el vapor producido por el agua caliente ayuda a abrir los poros y es más fácil retirar el exceso de sebo.
Para eliminar las células muertas y los puntos negros, es recomendable exfoliar la piel un par de veces por semana. Para ello, apuesta por productos naturales libres de microplásticos como Essabó Exfoliante. De esta manera, además de limpiar en profundidad, estarás respetando el planeta.
Por último, y aunque pienses que por tener la piel grasa no lo necesitas, utiliza crema hidratante. Es probable que tu piel tenga exceso de sebo, pero a la vez, puede estar deshidratada. Sobre todo, si utilizas productos de limpieza demasiado astringentes o fuertes.
Si sigues estos consejos, conseguirás una piel bonita y fresca por fuera, pero ¡no te olvides de cuidarla por dentro! Una buena alimentación, dormir 8 horas al día y evitar el estrés también es necesario para cuidar nuestra piel. Si además de piel grasa, también sufres de acné, no te pierdas nuestro post “El jabón natural en pastilla Essabó para hacer frente al acné”.