Hoy en Essabó os vamos a dar algunos tips para cuidar la piel de vuestro bebé recién nacido.
Cuando nace un bebé su sistema inmunológico no está maduro. Su piel es muy fina y sus sentidos no funcionan como los de un adulto.
Por ejemplo, su vista es muy deficiente y solo alcanza a enfocar unos 20-30 centímetros, justo los que separan su posición mamando del rostro de su madre.
Su tacto, por el contario, está muy desarrollado, por eso son vitales las caricias, el contacto piel con piel…
Su olfato también es muy importante y, por eso, es vital que durante las primeras semanas no usemos productos con aromas para ellos y que mamá y papá tampoco usen perfumes que enmascaren su aroma. Gracias a nuestro olor nuestros bebés pueden reconocernos y sentirse tranquilos.
Vienen de un sitio oscuro donde siempre hay ruidos (el latido del corazón, las tripas, la voz de mamá…), donde no notan frío ni calor, no sienten hambre… y, de repente, sienten hambre, frío, los metemos en un lugar con luz y silencio ¡los bebés adoran escuchar murmullos y conversaciones!
Sin duda el mundo es un lugar aterrador para ellos. Y oler a mamá les da seguridad. Por eso recomiendan que les pongamos una prenda nuestra cerca para que puedan olernos cuando no estamos ¡pero sin perfumes!
¿Son necesarios los perfumes?
Los productos cosméticos, los detergentes y los perfumes convencionales contienen aromas artificiales que comprenden hasta 3.000 sustancias, muchas de ellas disruptoras endocrinas.
Estas sustancias disruptoras endocrinas afectan a nuestro sistema hormonal ¡y el del bebé está en constante cambio! El equilibrio de su sistema hormonal es decisivo y de él depende la salud futura del bebé.
Si a esto le unimos un sistema inmunológico inmaduro que no sabe aún deshacerse de los tóxicos, entenderemos por qué es tan necesario cuidar la piel del bebé usando productos saludables para ellos.
Los problemas más comunes derivados del uso de cosméticos tóxicos son las alergias y dermatitis, además de otros muchos problemas asociados a estos tóxicos que ya están siendo denunciados por los científicos de la UE.
El problema de estos tóxicos es que los efectos de su exposición no son inmediatos, ni hay una causa-efecto directa, ya que muchos de ellos establecen sinergias y no actúan de igual manera si hablamos de un bebé niña o un bebé niño, convirtiendo las respuestas a cada tóxico en múltiples variables en las que también influyen el entorno y del momento evolutivo en el que se encuentre el bebé.
Sin embargo, cada vez son más los estudios científicos sobre los efectos de estos tóxicos, por eso los evitaremos al máximo en nuestro hogar.
Tips de cuidado de la piel del recién nacido
Para cuidar la piel del bebé y, sobre todo, de los recién nacidos buscaremos productos sin aromas y ecológicos, elaborando una canastilla minimal.
De hecho, un aceite y un jabón Essabó sin aroma ¡es todo lo que necesitas para empezar!
Los primeros días el bebé está cubierto de una capa de grasa, la vérmix caseosa, que protege al bebé dentro del útero de la madre. Al salir esa misma capa sigue protegiendo al bebé, por lo que es importante no retirarla.
Si es posible, evitaremos bañar al bebé en las primeras 48 horas. A pesar de que su apariencia no sea limpia ¡nada más lejos de la realidad! Esa capa es protectora y mantiene la piel de nuestro bebé en óptimas condiciones.
A las 48 horas podemos darle su primer baño. Durante la primera semana solo usaremos un aceite para limpiar al bebé. La suciedad y los tóxicos son lipofílicos, es decir, son afines a nuestro sebo y se pegan a él.
El uso de aceites para limpiar la piel del bebé no solo elimina la suciedad, sino que nutren la piel. El aceite de albaricoque o de jojoba son las mejores opciones para ellos, así como el de oliva, girasol o caléndula.
A partir de la primera semana de vida del bebé ya podemos empezar a limpiar su piel usando un jabón como Essabó Sin Perfume.
¿Por qué Essabó Sin Perfume?
A pesar de que los aceites esenciales tienen maravillosas propiedades aromaterapéuticas, como la lavanda que tiene propiedades calmantes y favorece el sueño de los peques, también tiene ciertos componentes con potencial alérgeno que debemos evitar al menos durante los primeros meses de vida.
Nuestro jabón sin perfume es perfecto para su delicada piel porque no contiene perfumes, ni aceites esenciales. Los primeros días lo usaremos con aceite, en vez de con agua, y lo aplicaremos delicadamente en el cuerpo del bebé. Podemos lavar el cabello y, de esta manera, ayudaremos a eliminar la costra láctea si la tuviera, vigilando que no les entre en los ojos.
En cualquier caso, tras el baño, aplicaremos un poco de aceite en la piel del bebé, incluso en el área del pañal, que protegerá su piel y le aportará los ácidos grasos que necesita para estar sana.
Como veis, la piel del bebé no necesita mil productos, solo necesita unos pocos bien elegidos y, para ellos, ¡menos siempre es más!