Rutina para piel grasa y con acné Essabó

En el último artículo del blog de Essabó os contábamos las propiedades de la piel grasa y la necesidad de realizar una buena limpieza para limpiar los poros y retirar de forma suave el exceso de sebo, así como favorecer la eliminación del acné.

El segundo paso para una piel sana y libre de grasa y granitos es una buena hidratación y nutrición.

Después de limpiar el rostro, nada como un buen hidrolato para aportar hidratación y calmar la piel. Los más indicados para las pieles grasas son los de romero, porque tiene un gran poder astringente, los de hamamelis, por su acción antiinflamatoria, especialmente enfocado a quienes además de acné tienen dermatitis, psoriasis o alguna enfermedad autoinmune; así como el hidrolato de rosa mosqueta por su gran poder regenerante.

Para hidratar la piel siempre nos inclinaremos por fórmulas suaves, sérums con base de aloe vera o cremas acuosas que aporten agua a la piel.

Por la noche volveremos a usar nuestro jabón Essabó para retirar el maquillaje, la polución y el sebo y dejar la piel limpia para el proceso de regeneración nocturno.

Para ayudar a nuestra piel y aportarle los nutrientes que necesita, usaremos un aceite facial.

¿Aceite? Os preguntaréis.

Durante décadas las pieles grasas han sido tratadas con productos oil free y se ha tratado de evitar todos los productos cosméticos que contuvieran cualquier tipo de aceite.

Sin embargo, determinados aceites no solo no van a empeorar tu acné o piel grasa, sino que son un aporte importante de ácidos grasos y de omegas 3, 6 9.

La importancia de estos ácidos grasos para la piel es vital, ya que tanto el el ácido alfa-linoléico (ALA), como el Omega 3, y el ácido linoleico (LA), como el Omega 6, son ácidos grasos esenciales.

Es decir, nuestro cuerpo no puede sintetizarlos y deben ser aportados tanto en la dieta como a través de la piel.

Estos ácidos grasos se encuentran en frutos secos y semillas, pescados azules como el salmón y aceites vegetales. Precisamente unos de los alimentos que, injustamente, se asocian con el acné debido a su alto contenido en grasas.

Pero estos ácidos grasos están presentes en la membrana celular y, por tanto, son necesarios para la regeneración celular.

Una dieta exenta de estas grasas y un aporte a nuestra piel de cosméticos sin estos ácidos grasos no solo no eliminará el acné, sino que retardará la curación de las heridas al no poseer la ‘materia prima’ para la correcta regeneración celular y tendrá un mal funcionamiento de los procesos inflamatorios, ya que se ha detectado que las personas con acné tienen una composición alterada en el sebo, con unos niveles más bajos de ácido linoleico.

Y no solo eso, el consumo de producto ricos en ácidos grasos 3 y 6 tiene un efecto positivo sobre el acné inflamatorio.

En cuanto a su aplicación dermatológica, parece ser que el omega 6, o ácido linoleico, tiene un efecto positivo en el acné o, mejor dicho, las pieles con acné presentan un perfil bajo de este ácido graso esencial.

Por eso, para tratar la piel acnéica podemos proveer la piel de aceites de pepita de uva, con un 73% de omega 6, de girasol, con un 68% o de cáñamo, con un 60% de este importante nutriente para nuestra piel.

Además de estos aceites, el aceite de avellana es muy adecuado para la piel grasa, ya que no solo tiene un tacto seco y una rápida absorción, sino que ayuda a eliminar el exceso de sebo y logra, día a día, regular la piel grasa.

Si tu piel tiene acné y problemas con la zona T, el aceite de jojoba te ayudará a lograr ese equilibrio que tanto necesita tu piel.

El aceite de jojoba es el más similar al sebo humano y, por tanto, el más dermocompatible. De hecho, no se trata de un aceite, sino de la única cera vegetal líquida. Te contamos todo sobre este aceite en nuestro artículo sobre el aceite de jojoba ¡verás cuántas propiedades tiene!

El aporte de lípidos por parte de los aceites aporta a la piel los nutrientes que precisa y, paradójicamente, la equilibra, restableciendo la barrera hidrolipídica. Un estudio de esta cera combinada con arcilla, como la de nuestro Jabón para Piel Grasa Essabó, dio excelentes resultados para el tratamiento del acné vulgar.

La piel, al verse libre de las agresiones y tener una barrera en condiciones óptimas deja de sobreproducir grasa.

En próximos post os hablaremos de cómo cuidar la piel seca y la piel normal ¡porque también ellas requieren muchos mimos!

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